martes, 11 de noviembre de 2014

LA CARTA DEL SOLDADO. (Microrrelato)

Nunca más supe qué fue de aquella mujer.
Yo estuve allí. Yo que no suelo estar en ninguna parte. Le vi intentar salir del amasijo de escombros que quedó tras el bombardeo. No pude hacer más que contemplar la triste agonía de la muerte en sus ojos y cumplir lo prometido.
La encontré una gris mañana de invierno del 39 y en su regazo un muchacho de tres años. Leyó la carta pausadamente, después, la hizo ceniza. Regresé de inmediato a mi lugar de origen.
Siempre recordaré como en aquellas llamas ardía su alma, el rencor de sus ojos al despedirme.

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